ENTORNO

En los alrededores de la Casa Rural Sexmo de Posaderas encontraremos montes de encinas, pinares, robledales, campos de labranza, y el conocido como Campo Azálvaro.

En este paraje encontramos el embalse de Serones, un importante hábitat para numerosas especies de aves migratorias, que hacen de este humedal una parada de sus largos viajes. Todo un espectáculo natural muy apreciado por los amantes de la ornitología y la naturaleza. En este espacio protegido tiene también gran auge la cría de ganado de lidia.

Se trata de un valle situado entre la Sierra de Ojos Albos y la Sierra de Malagón, con una altitud de 1250 metros, y una extensión de casi treinta mil hectáreas. Apenas existe vegetación arbórea, pero si que abunda una rica fauna, así como una importante flora autóctona.

RASGOS HISTÓRICOS DEL SEXMO DE POSADERAS

Poco después de que Alfonso VI reconquistara Toledo, en el 1085, comenzó la repoblación de Segovia, sirviendo el río Tajo como frontera que separaba la zona cristiana de la musulmana. En muy poco tiempo Segovia y su territorio fue formando su carácter medieval y su propio espacio jurídico con la creación de los conocidos como “sexmos”, que eran demarcaciones establecidas con fines administrativos y fiscales. En total se constituyeron diez sexmos: San Martín, El Espinar, San Millán, La Trinidad, Santa Olalla, Cabezas, San Lorenzo, Lozoya, Casarrubios, y Posaderas.

Fue este último, el de Posaderas, el único que no aglutinaba un conjunto de poblaciones próximas entre sí, sino que agrupaba aldeas diseminadas en los extremos nororiental y noroccidental de la tierra segoviana. Es por este motivo por el que el rey Enrique III le otorgó el privilegio de no pagar impuestos, eso sí, a cambio de prestar servicio de alojamiento y comida a todos aquellos caballeros y escuderos del Concejo de Segovia que se encontraran en tareas de reconocimiento y defensa de aquellos territorios.

No duró demasiado este privilegio, ya que no fue visto con agrado por el resto de aldeas que se veían obligadas a pagar impuestos, creando una situación conflictiva difícil de paliar. Por ello Enrique III decidió cancelar el privilegio de exención de impuestos, pero manteniendo la orden de dar servicio de alojamiento a los caballeros en sus misiones. Pero a partir de ese momento los gastos ocasionados se registraban para repartir la derrama entre todos los habitantes de las aldeas.

De esta forma, las Posaderas se convirtieron en un sexmo más, con la obligación de pagar los impuestos, y su deber de dar servicio a los caballeros y sus acompañantes, siempre y cuando los servicios demandados no fueran abusivos.

A finales del siglo XIV se agruparon y organizaron estas aldeas a efectos fiscales, como si fueran un sólo sexmo, que incluiría las aldeas de Martín Muñoz de las Posadas, Domingo García, Muñoveros, La Cuesta, Aldehuela del Codonal, Aldeavieja, Blascoeles, Turégano, Pelayos, y Sotosalbos.

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